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La ganancia excesiva de peso es un problema de salud importante hoy en día en muchas sociedades desarrolladas. Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (2020) publicaron que la prevalencia en Estados Unidos durante el periodo de 2017 a 2018 era de 42% entre todos los adultos. Los aspectos adversos de salud de la obesidad son abrumadores e incluyen aumento de los riesgos de diabetes tipo 2, enfermedad cardiaca, hipertensión y osteoartritis. Es importante señalar que las mujeres obesas y sus fetos están predispuestos a numerosas complicaciones del embarazo, así como a morbilidad y mortalidad de largo plazo.

GENERALIDADES

Definiciones y prevalencia

Entre los sistemas para clasificar la obesidad, el utilizado más a menudo es el índice de masa corporal (BMI, body mass index), también llamado índice de Quetelet. Para calcular el BMI, el peso en kilogramos se divide entre el cuadrado de la talla en metros (kg/m2). Los valores calculados de BMI están disponibles en formas diversas de cartas y gráficas (fig. 51–1). Los National Institutes of Health (2000) clasifican a los adultos con base en el BMI de la manera siguiente: normal de 18.5 a 24.9 kg/m2, con sobrepeso de 25 a 29.9 kg/m2 y obeso ≥ 30 kg/m2. La obesidad se subdivide además en: clase 1 con IBM de 30 a 34.9 kg/m2, clase 2 de 35 a 39.9 kg/m2 y clase 3 ≥ 40 kg/m2. La obesidad de clase 3 se refiere muchas veces como obesidad mórbida y la obesidad supermórbida describe un BMI ≥ 50 kg/m2.

FIGURA 51–1

Gráfico para calcular el índice de masa corporal (BMI). Para encontrar la categoría de BMI para un individuo particular, se localiza el punto en que se intersecan la talla y el peso.

Con base en estas definiciones, de 2015 a 2016 la prevalencia de obesidad entre niñas y mujeres aumentó en Estados Unidos con la edad y varió entre los grupos étnicos (fig. 51–2) (Centers for Disease Control and Prevention, 2020). En general, la gravedad también avanza con el incremento de la pobreza. Por último, ya se identificó una predisposición genética (Locke, 2015; Shungin, 2015).

FIGURA 51–2

Prevalencia de obesidad en Estados Unidos por raza (2015–2016).

Fisiopatología adiposa

El tejido adiposo es mucho más complejo que la simple función de almacén energético. Muchas células del tejido adiposo se comunican con todos los demás tejidos mediante factores endocrinos y paracrinos, que son citocinas denominadas adipocinas, lipocinas y micro-RNA exosómicos (Scheja, 2019). Algunos de ellos con funciones metabólicas incluyen la adiponectina, leptina, factor de necrosis tumoral ...

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