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TRASTORNOS DEL PISO PÉLVICO
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Los trastornos del piso pélvico (PFD, pelvic floor disorders) comprenden incontinencia urinaria, prolapso de órgano pélvico, incontinencia fecal, y otras anormalidades sensoriales y del vaciamiento de la parte baja de las vías urinarias y el tracto gastrointestinal. Alrededor de 25% de las mujeres, y más de 33% de las de edad avanzada, presenta al menos un PFD. La probabilidad de que una mujer en el transcurso de su vida se someta a una intervención quirúrgica por incontinencia de esfuerzo o prolapso es de 20.0%; el riesgo acumulativo de una operación para el tratamiento de incontinencia urinaria de esfuerzo es de 13.6%, y el riesgo acumulativo de una operación para reparación de prolapso es de 12.6% hacia los 80 años de edad.
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La prevalencia de los PFD aumenta con la edad. La medicina moderna extiende la esperanza de vida de las pacientes hasta etapas avanzadas de la octava y novena décadas de vida. Los médicos atienden a pacientes durante más tiempo y con mayor eficiencia, y manejan problemas médicos crónicos, como hipertensión, enfermedad cardiovascular y diabetes, y facilitan vidas más prolongadas y productivas. De acuerdo con proyecciones de los datos del US Census, hacia 2030, >20% de las mujeres tendrá 65 años de edad o más. Esto significa que una población grande de mujeres vivirá hasta una tercera parte de su vida después de la menopausia, con complicaciones médicas asociadas.
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La incontinencia urinaria es un ejemplo excelente, y la prevalencia aumenta a medida que la población envejece. Se estima que la incontinencia urinaria afecta a 50% de las mujeres estadounidenses y da por resultado cargas médica, social y económica considerables. En un estudio transversal realizado en 2006 por Subak y colaboradores se informó un costo anual nacional estimado de $16 mil millones de dólares (USD) por incontinencia en pacientes de todas las edades. Pese a su omnipresencia y costos anuales estimados, hasta 66% de las mujeres no buscan ayuda para enfrentar la incontinencia debido a vergüenza o al desconocimiento de que hay ayuda disponible. El concepto social de que la incontinencia forma parte del proceso de envejecimiento “normal” ya no es aceptable.
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FUNDAMENTOS PARA EL DIAGNÓSTICO
La incontinencia urinaria comprende escape involuntario de orina.
La historia clínica y la exploración física a menudo permiten diagnosticar con eficiencia la afección correcta.
Los dos tipos más comunes son incontinencia de esfuerzo (pérdida de orina con el esfuerzo físico) e incontinencia imperiosa (escape involuntario de orina, asociado con un deseo repentino y apremiante de orinar).
El término vejiga hiperactiva se define como necesidad imperiosa de orinar, por lo general acompañada por polaquiuria y nocturia, con o sin incontinencia imperiosa, en ausencia de infección de las vías urinarias u otra alteración patológica obvia.
El mecanismo de afrontamiento más común es el uso de toallas sanitarias para evitar mojar la ropa interior.
Los métodos conductuales, como la restricción de líquido, la evitación de desencadenantes ...