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ANTICONCEPCIÓN

La toma de decisiones sobre el control de la fertilidad es, para muchas personas, un tema profundamente personal y sensible, que a menudo involucra convicciones religiosas o filosóficas; por tanto, es importante que el médico se acerque al tema con especial sensibilidad, empatía, madurez y un comportamiento sin prejuicios.

A pesar de la introducción de los anticonceptivos modernos, los embarazos no deseados o no planeados continúan siendo un problema importante en Estados Unidos y en todo el mundo. Según la National Survey of Family Growth 2013–2015 estadounidense, hubo un total de 6 115 000 embarazos en Estados Unidos y, de este número, cuatro millones tuvieron como resultado un nacimiento vivo. Por otro lado, se reportaron aproximadamente 1.1 millones de abortos inducidos y un millón de abortos espontáneos en todos los períodos gestacionales. Los embarazos no deseados y no planeados tienen ramificaciones sociales y económicas; también tienen impacto significativo en la salud pública. Cerca de 40% de los embarazos no planeados ocurre entre mujeres que no desean embarazarse, pero que no utilizan un método anticonceptivo. Alrededor de 60% de los embarazos no deseados se presentan entre mujeres que utilizan alguna forma de control natal. Tales datos sugieren que muchas mujeres y no tienen la suficiente motivación para emplear la anticoncepción, los efectos secundarios pueden ser problemáticos para algunas personas, el acceso quizá sea un problema para otras, o tal vez algunos métodos sean difíciles para usarse de manera correcta. Sin embargo, los datos del informe de la National Survey of Family Growth (2010) son alentadores en cuanto a que la tasa de embarazo en adolescentes descendió 40% de 1990 a 2005, alcanzando una disminución histórica de 70.6 por cada 1000 mujeres entre 15–19 años. Los índices cayeron mucho más para las adolescentes más jóvenes que para las mayores.

Indicaciones individuales para el control natal

La mayoría de las parejas practican la anticoncepción por razones personales. Muchas de ellas utilizan métodos anticonceptivos para espaciar los embarazos o para limitar el tamaño de la familia. Otras desean evitarla debido a los efectos de enfermedades preexistentes sobre el embarazo, como diabetes o cardiopatía graves. Debido a estas razones, los médicos deben proporcionar información precisa sobre los beneficios y riesgos tanto del embarazo como de la anticoncepción. Sin embargo, los padecimientos médicos que pueden aumentar en forma sustancial el riesgo de utilizar alguna forma de anticoncepción, generalmente incrementan también a un grado incluso mayor los riesgos asociados con el embarazo. Como tema de política pública, algunos países, en especial aquellos con menor desarrollo, promueven la anticoncepción en un esfuerzo por moderar el crecimiento poblacional indeseable.

Aspectos legales de la anticoncepción

En la mayor parte de Estados Unidos, los anticonceptivos se recetan y venden sin restricciones.

A pesar de los elevados índices de coito sin protección y de embarazos no deseados, existe un vigoroso debate ...

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