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La violencia doméstica y la agresión sexual son problemas de salud pública generalizados; son de especial preocupación para las mujeres porque la mayoría de las víctimas son mujeres. Los obstetras-ginecólogos y los médicos de primer nivel son los primeros profesionales en ofrecer atención a estas víctimas. Los médicos desempeñan un papel fundamental en la prestación de asistencia a las víctimas de abuso y agresión mediante exámenes de detección, intervención, apoyo y tratamiento.
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FUNDAMENTOS PARA EL DIAGNÓSTICO
Dolor pélvico crónico.
Disfunciones sexuales, como reducción en el interés o la excitación, dispareunia o anorgasmia.
Vaginitis crónica o recurrente.
Ansiedad o llanto antes o durante la exploración pélvica.
Dolencias físicas múltiples y persistentes, como cefaleas crónicas, palpitaciones, síntomas abdominales o trastornos del sueño y del apetito.
Trastornos alimentarios.
Trastorno somatomorfo.
Depresión o pensamientos suicidas.
Ansiedad o trastornos del sueño.
Abuso de alcohol u otras sustancias.
Trastorno por estrés postraumático.
Trastornos de personalidad que se definen por rasgos de carácter desadaptativos.
Trastorno de personalidad múltiple.
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La violencia doméstica o de pareja íntima (IPV, intimate partner violence) es un patrón de comportamiento que puede incluir lesiones físicas, abuso psicológico, agresión sexual y coerción reproductiva. Por lo general, se refiere a la violencia perpetrada contra mujeres adolescentes y adultas en el contexto de relaciones familiares o íntimas. Aunque las víctimas de violencia doméstica pueden ser hombres o mujeres, entre 90 y 95% de las víctimas es mujer.
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El abusador usa el comportamiento para establecer y mantener la dominación y el control sobre la víctima. Debido a que el abuso suele ir acompañado de vergüenza y culpa, a menudo la víctima no denuncia el abuso. Como resultado de un subregistro significativo, los datos sobre violencia doméstica son sólo estimaciones. Se cree que alrededor de 20% de las agresiones sexuales y 25% de las físicas se denuncia. En Estados Unidos, se cree que aproximadamente 4–5 millones de mujeres son maltratadas por sus parejas íntimas cada año. La violencia por parte de una pareja íntima representa 21% de todos los delitos violentos que sufren las mujeres. Más de 40% de todas las mujeres víctima de homicidio es asesinada por sus maridos, novios o exparejas. Se estima que, durante su vida, al menos un tercio de todas las mujeres estadounidenses ha sufrido violación, agresión física o acoso por parte de su pareja o expareja.
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El abuso físico puede incluir amenazas, arrojar objetos, empujar, patear, golpear, dar golpizas, asalto sexual y amenazar con o usar un arma. La violencia doméstica incluye con frecuencia abuso verbal, intimidación, aislamiento social progresivo y privación de comida, dinero, transporte o acceso a la atención médica. La violencia ocurre en un ciclo progresivo predecible. La fase de creación de tensión se caracteriza por culpar y amenazas de violencia a medida que la ira se intensifica; esto conduce a la fase de maltrato, que puede implicar amenazas verbales, ...