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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO

  • Ardor, prurito y vesículas pequeñas superficiales agregadas, pápulas o pústulas en áreas cubiertas de la piel, por lo general el tronco.

  • Más común en climas calientes, húmedos.

  • Presentaciones inusuales acompañadas de fiebre, incluso postración por calor.

GENERALIDADES

Por lo general, la miliaria aparece en el tronco y áreas intertriginosas. La causa más habitual es un ambiente húmedo, caliente. La ropa oclusiva, la fiebre durante el confinamiento en cama y los fármacos que aumentan la función de las glándulas sudoríparas (p. ej., clonidina, β-bloqueadores, opioides) elevan el riesgo. Se ocluyen los orificios de los conductos sudoríparos, con rotura final de los mismos, lo cual origina una reacción punzante e irritante. En el padecimiento también participa el aumento en el número de microorganismos aerobios residentes, en especial cocos.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Los síntomas habituales son ardor y prurito. La profundidad histológica de la obstrucción de la glándula sudorípara determina la presentación clínica: la miliaria cristalina (subcorneal) en la epidermis superficial, miliaria roja en la epidermis profunda, y la miliaria profunda en la dermis. Las lesiones consisten en lesiones pequeñas (1 a 3 mm) no foliculares. Las que son subcorneales de pared delgada con vesículas discretas llenas de líquido transparente se conocen como “miliaria cristalina”. Cuando el contenido líquido es turbio y las lesiones se presentan como vesiculopústulas o pústulas, se conocen como miliaria pustulosa. La miliaria roja (sarpullido por calor) se presenta como pápulas rosadas, la miliaria profunda se presenta como pápulas no foliculares de color piel que se desarrollan después de múltiples brotes de miliaria roja (eFig. 6–71). La reacción casi siempre afecta la espalda en un sujeto hospitalizado.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

La miliaria debe diferenciarse del exantema farmacoinducido y la foliculitis.

PREVENCIÓN

El uso de un preparado antibacteriano, como la clorhexidina, antes de la exposición al calor y a la humedad, ayuda a prevenir el padecimiento. Para reducir la miliaria en la espalda en el caso de pacientes hospitalizados, deben cambiar de posición o sentarse con frecuencia.

TRATAMIENTO

El paciente debe mantenerse fresco y usar ropas ligeras. Puede aplicarse un corticoesteroide de potencia media en loción o crema (acetónido de triamcinolona al 0.1%), dos a cuatro veces al día. Las infecciones secundarias (piodermia superficial) se tratan con antibióticos apropiados contra estafilococos. Los fármacos anticolinérgicos (como el glucopirrolato, a razón de 1 mg VO, cada 12 h o aplicado de manera tópica) pueden ser útiles en casos graves.

PRONÓSTICO

La miliaria suele ser un trastorno leve, pero las presentaciones graves (anhidrosis y astenia tropicales) son resultado de la interferencia con el mecanismo de regulación del calor.

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Wat  M  et al. Clear vesicular eruption in the intensive care ...

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