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1. QUISTES DE LA HENDIDURA BRANQUIAL
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Los quistes de la hendidura branquial suelen presentarse como una tumoración quística blanda a lo largo del borde anterior del músculo esternocleidomastoideo. Estas lesiones suelen observarse en el segundo o tercer decenios de vida, cuando se hinchan o infectan en forma súbita. A fin de evitar una infección recurrente y la posibilidad de carcinoma, deben extirparse por completo junto con sus trayectos fistulosos.
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Los quistes de la primera hendidura branquial tienen una presentación alta en el cuello, en ocasiones justo abajo del oído. Es posible que exista una conexión fistulosa con el piso del meato auditivo externo. Los quistes de la segunda hendidura branquial, que son mucho más frecuentes, pueden comunicar con la fosa amigdalina. Los quistes de la tercera hendidura branquial, que pueden comunicarse con el seno piriforme, son raros y se presentan en la parte baja del cuello.
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2. QUISTES DEL CONDUCTO TIROGLOSO
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Los quistes del conducto tirogloso aparecen a lo largo del trayecto embrionario de la tiroides que desciende desde el tubérculo impar de la base de la lengua a su posición habitual en la parte baja del cuello. Aunque ocurren a cualquier edad, son frecuentes antes de los 20 años. Se presentan como una tumoración en la línea media del cuello, por lo general justo por debajo del hueso hioides, que se mueve con la deglución. Se recomienda la ablación quirúrgica para evitar recurrencias de infección; esto implica la ablación de la totalidad del trayecto fistuloso sobre la porción interna del hueso hioides a través del cual pasan muchas fístulas. La valoración preoperatoria incluye ecografía tiroidea para confirmar la posición anatómica de la glándula.