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La regulación acidobásica es el mantenimiento de una concentración normal de iones hidrógeno. La concentración plasmática normal de iones hidrógeno es 40 nmol/L, que corresponde a un pH de 7.4 (el logaritmo negativo de su concentración). Cualquier descenso en el pH representa un aumento en la concentración de iones hidrógeno (acidemia), mientras que un aumento del pH sanguíneo representa un descenso en la concentración de iones hidrógeno (alcalemia). El bicarbonato (HCO3−) es el principal amortiguador de ácido en el cuerpo y la relación entre el comportamiento del ácido y los álcalis en el cuerpo se representa con la ecuación de Henderson-Hasselbalch mostrada abajo. Nótese que debido a que el dióxido de carbono se mide como presión parcial, el denominador contiene un factor de conversión.
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Para valorar mejor el estado acidobásico se requieren los valores de gases sanguíneos y un panel químico. Por lo general, el pH sanguíneo venoso es 0.03 a 0.04 unidades menor al arterial, y se aproxima mucho al pH sanguíneo arterial. Para valorar con mayor precisión el pH sanguíneo y la PCO2, deben obtenerse gasometría arterial. El bicarbonato (HCO3−) se calcula a partir de la ecuación de Henderson-Hasselbalch; por lo tanto, casi siempre se usa el valor del bicarbonato en el panel electrolítico.
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Los trastornos acidobásicos primarios se deben a cambios en el bicarbonato sérico o la PCO2. El primer paso es revisar el pH de la pruebas de gases sanguíneos (venosos o arteriales). Si los cambios en el pH son secundarios a cambios en el HCO3−, existe un trastorno metabólico. Si los cambios en el pH son secundarios a modificaciones en la PCO2, existe un trastorno respiratorio. Si el pH es < 7.40, el trastorno principal es acidosis, ya sea respiratoria (PCO2 > 40 mm Hg) o metabólica (HCO3− <24 mEq/L). Si el pH es > 7.40, el trastorno principal es la alcalosis, ya sea respiratoria (PCO2 < 40 mm Hg) o metabólica (HCO3− > 24 mEq/L). En condiciones normales, los riñones compensan los trastornos acidobásicos respiratorios y los pulmones compensan los trastornos metabólicos para mantener el pH en un intervalo fisiológico estrecho. Por ejemplo, en la acidosis metabólica (pH bajo, HCO3− bajo), la ventilación alveolar aumenta (la PCO2 baja), lo que acerca el pH al intervalo normal. De manera similar, en caso de acidosis respiratoria (pH bajo, PCO2 alta), los riñones excretan H+ (el HCO3− aumenta) para aproximar el pH al intervalo normal. Esta compensación sólo puede llevar al pH hacia lo normal, aunque nunca puede corregirlo por completo. Para normalizar el pH, debe corregirse el trastorno primario.
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Un trastorno respiratorio o metabólico con su respuesta compensadora apropiada es un trastorno acidobásico simple. En un trastorno acidobásico mixto pueden presentarse dos o ...