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PRESENTACIÓN DEL CÁNCER
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El cáncer en un estado localizado o sistémico y es un elemento frecuente del diagnóstico diferencial de diversas molestias comunes. El diagnóstico de cáncer en una etapa temprana de su evolución contribuye en gran medida a ofrecer a los pacientes mayor posibilidad de curación o una prolongación significativa de la vida. En el cuadro 73–1 se muestran las posibles intervenciones relacionadas con el cáncer para hacer posible la curación.
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DETECCIÓN DE UN CÁNCER
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El término cáncer se utiliza aquí como sinónimo del término tumor, cuya derivación original del latín significaba solo “aumento de volumen”, sin más especificación. El aumento de volumen se debe al aumento de la presión del líquido intersticial y al incremento de la masa por volumen de células y estroma, en comparación con el tejido normal. Las leucemias son un caso especial de cáncer de los tejidos formadores de sangre; se manifiestan de manera diseminada, a menudo sin masas tumorales definidas. Los tumores pueden presentarse con disfunción de órganos, como disnea de esfuerzo en casos de anemia causada por la leucemia que sustituye a las células hemopoyéticas normales, tos por cáncer pulmonar, ictericia por neoplasias que afectan el árbol hepatobiliar o signos neurológicos por tumores cerebrales. La hemorragia también es un signo inicial frecuente de los tumores que afectan vísceras huecas, pero también puede reflejar la alteración en el recuento plaquetario o en la coagulación de la sangre. Los tumores también pueden manifestarse por los efectos de sustancias que secretan, en el denominado “síndrome paraneoplásico”. Por tanto, aunque desde el punto de vista estadístico el porcentaje de pacientes con cáncer manifestado al principio por un signo o síntoma particular es bajo, las implicaciones de no establecer el diagnóstico del tumor en la fase inicial hacen necesaria la vigilancia al considerar el diagnóstico de cáncer con base en la aparición de signos o síntomas persistentes.
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