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La hipertensión es una de las principales enfermedades en seres humanos a nivel general. La presión arterial alta afecta a > 1 000 millones de personas y se calcula que causa 9.4 millones de muertes cada año. Duplica el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que incluyen cardiopatía coronaria (CHD, coronary heart disease), insuficiencia congestiva cardiaca (CHF, congestive heart failure), enfermedad cerebrovascular isquémica y hemorrágica, insuficiencia renal y arteriopatía periférica (PAD, peripheral arterial disease). Suele acompañarse de otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y se incrementa la carga total de los factores de riesgo. El tratamiento antihipertensivo aminora claramente los riesgos de enfermedad cardiovascular y renal, pero grandes segmentos de la población de hipertensos no reciben tratamiento o son tratados de manera inadecuada.
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Factores como la presión arterial, el incremento de esta relacionado con la edad y la prevalencia de hipertensión, varían con el país y la subpoblación del mismo. La hipertensión está presente en todas las poblaciones, salvo en un pequeño número de sujetos que viven en sociedades aisladas. En sociedades industrializadas, la presión arterial aumenta en forma lenta y sostenida en las primeras dos décadas de la vida. En niños y adolescentes acompaña al crecimiento y la maduración. La presión arterial aumenta en forma gradual con el transcurso del tiempo en niños, adolescentes y adultos jóvenes. En Estados Unidos, la presión arterial sistólica promedio es mayor en varones que en mujeres al inicio de la edad adulta, aunque en sujetos de mayor edad el ritmo de incremento de la presión arterial relacionado con el envejecimiento es mayor en mujeres. La presión diastólica también aumenta en forma progresiva hasta que la persona tiene cerca de 55 años, límite a partir del cual tiende a disminuir. La consecuencia es que se ensancha la presión diferencial o del pulso (diferencia entre la presión arterial sistólica y la diastólica) después de los 60 años.
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En Estados Unidos, con base en los criterios para definir la hipertensión, anteriores a 2018, alrededor de 78 millones de adultos tienen hipertensión. La prevalencia de hipertensión es de 33.5% en sujetos de raza negra sin ascendencia latinoamericana, de 28.9% en caucásicos sin ascendencia latinoamericana y de 20.7% en estadounidenses de origen latinoamericano. En sujetos ≥ 60 años, la prevalencia es de 65.4%. Datos recientes sugieren que en Estados Unidos la prevalencia de hipertensión se está incrementando, tal vez como consecuencia de la mayor frecuencia de obesidad en ese país. La prevalencia de hipertensión y las tasas de mortalidad por accidente cerebrovascular (apoplejía) son mayores en la zona sureste de Estados Unidos que en otras regiones. En los estadounidenses de raza negra, el incremento de la presión arterial surge en fecha más temprana, suele ser más intenso y causa tasas más altas de mortalidad y morbilidad por apoplejía, hipertrofia del ventrículo izquierdo (LV, left ventricle), CHF y nefropatía ...