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Editor de Williams Obstetricia
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A principios de la década de 1970, cuando terminaba mi residencia en el Hospital Charity de Nueva Orleans, se publicó la 14.a edición de Williams Obstetricia. Los residentes de nuestro curso estaban totalmente enamorados del libro de texto porque era un manual clínico derivado de las experiencias personales de los editores y una publicación médica actualizada basada en evidencias.
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Durante mi último año, mi presidente, el Dr. Abe Mickal, me invitó a asistir a una reunión nacional donde conocí por primera vez a cuatro obstetras que tendrían un impacto inconmensurable en mi vida: Los Drs. Jack Pritchard, Paul MacDonald, Norman Gant y Peggy Whalley. Después de eso, fui invitado a Dallas para pasar tiempo en el University of Texas Southwestern and Parkland Hospital. Mientras seguía al Dr. Pritchard a través de su actividad en las salas de atención de parto, salas de expulsión y su laboratorio de investigación clínica, me atrapó la obra “Parkland Obstetrics” y más tarde ese año inicié con una beca en la subespecialidad naciente de Medicina Materno-Fetal. También comenzó una amistad de por vida con Jack Pritchard que siempre atesoraré.
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A partir de la 15.a edición de Williams Obstetricia, los autores-editores fueron los Drs. Pritchard, MacDonald y Gant.
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Después de la publicación de la 17.a edición, estos mentores me pidieron que asumiera la función de editor senior. Me sorprendió la impresionante responsabilidad de dirigir una obra que muchas personas consideraban “la biblia de la Obstetricia”.
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A lo largo de los años, y ahora que publicamos la 26.a edición, reflexiono sobre la evolución de la obstetricia y por lo tanto la complejidad de mantener un libro de texto diseñado para cubrir la amplitud de la obstetricia. A medida que se desarrollaron campos esenciales como la ecografía, la genética y la medicina fetal, se preparó la participación de líderes extremadamente talentosos en sus respectivos campos para asegurar que el libro presentara adecuadamente estas innovaciones. En cuanto a mi participación en esta y otras ediciones, solo puedo prometer a los lectores que la calidad del libro ha sido lo más importante en mi mente y me llevó a pasar literalmente decenas de miles de horas para ayudar a preparar las últimas nueve ediciones. Con este fin, los editores siempre se han esforzado por presentar el mejor producto debido a la enorme responsabilidad que asumimos con respecto al cuidado de las mujeres y sus hijos no nacidos. El libro de texto ha sido una de las grandes pasiones en mi vida y echaré de menos el reto.