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INTRODUCCIÓN

La congelación es una lesión por enfriamiento y formación de cristales de hielo en el tejido. Se pueden dividir en cuatro niveles, o “grados” de lesión, los cuales pueden ser establecidos por diferencias en las imágenes después del recalentamiento. De manera alternativa, se puede utilizar una clasificación de dos niveles en el campo después del recalentamiento y antes de la obtención de imágenes. La congelación de primer grado produce entumecimiento y eritema; las áreas lesionadas pueden mostrar desprendimiento epidérmico leve sin muerte de tejido macroscópico. Las lesiones de segundo grado presentan vesiculación cutánea superficial con ampollas llenas de líquido claro o lechoso rodeadas de eritema y edema. La congelación de tercer grado produce ampollas hemorrágicas más profundas, que se extienden por debajo del plexo vascular dérmico. Las lesiones de cuarto grado se extienden completamente a través de la dermis y la necrosis se extiende al músculo y al hueso. La clasificación de dos niveles (similar a las quemaduras térmicas) incluye superficiales (lesiones de primer y segundo grado) con ninguna o mínima pérdida de tejido anticipada; y profundas (lesiones de tercer y cuarto grado) con pérdida de tejido anticipada. Gran parte de la destrucción hística ocurre después de la reperfusión de los tejidos congelados en que hay daño de las células endoteliales y trombosis microvascular progresiva, que agrava la lesión de los tejidos. En casos leves, solo hay afectación de la piel y planos subcutáneos, y las manifestaciones son insensibilidad, sensaciones punzantes, prurito y palidez (eFig. 37–1). Al agravarse la lesión, la congelación más honda afecta estructuras profundas. La piel tiene aspecto pálido o amarillento, pierde su elasticidad y se torna inmóvil. Pueden surgir edema, ampollas hemorrágicas, necrosis, gangrena, parestesias y rigidez (eFig. 37–2).

EFIGURA 37–1.

Lesiones isquémicas de los dedos sin tejido necrótico sugestivo de congelación superficial en todos los dedos de los pies. (Reproducida con autorización de Dean SM, Satiani B, Abraham WT. Color Atlas and Synopsis of Vascular Diseases. McGraw-Hill, 2014.)

EFIGURA 37–2.

Congelación profunda donde el primero y segundo dedos de los pies exhiben una escara isquémica con bordes bien delimitados y márgenes claros, además de ampollas hemorrágicas en el segundo dedo; el tercer dedo muestra una ampolla con eritema circundante y en el cuarto dedo se observa necrosis completa. (Reproducida con autorización de Dean SM, Satiani B, Abraham WT. Color Atlas and Synopsis of Vascular Diseases. McGraw-Hill, 2014.)

TRATAMIENTO

A. Tratamiento inmediato

Se valora y trata a la persona en busca de hipotermia sistémica, trastornos intercurrentes y lesiones. En el caso de lesiones que no dependen del congelamiento, se recomienda el uso precoz de analgésicos de acción sistémica. Se deben vigilar los líquidos y electrolitos. Se hidrata a la víctima ...

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