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El presente capítulo aborda las siguientes infecciones:
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Virus del sarampión
Virus de la rubéola
Virus JC
Virus de inmunodeficiencia humana (HIV)
Enterovirus
Virus del herpes simple tipos 1 y 2
Virus de la varicela-zóster
Priones
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Descripción general
Las infecciones virales persistentes son aquéllas en que la terminación de los primeros síntomas y la enfermedad no se acompañan de la eliminación del virus del hospedador, sino que persiste el genoma viral en el hospedador. Las infecciones virales persistentes pueden ser una infección latente, en la cual el genoma viral debe mantenerse sin producir partículas de virus infecciosas o una infección crónica, donde se produce un nivel bajo de virus sin causar ningún daño o poco daño al tejido objetivo. Se deben cumplir tres condiciones principales para que un virus cause una infección persistente: un efecto citopático pequeño o nulo del virus en las células hospederas, la preservación del genoma viral en la célula hospedera y evitar la eliminación por parte del sistema inmunitario. Varios virus emplean estas estrategias para persistir en un sitio inmunitario privilegiado, el sistema nervioso central, y, con el tiempo, después de la reactivación, causan enfermedades raras en el sistema nervioso central (CNS, central nervous system) o sitios distantes. Estos virus incluyen los del sarampión y rubéola, así como enterovirus, HIV, JCV, HSV 1, 2 y VZV. Además, los agentes no convencionales, como los priones (proteínas priónicas infecciosas, PrPsc), también provocan entidades patológicas degenerativas lentas del CNS, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD, Creutzfeldt-Jakob disease), entre otras. En este capítulo se describen estos priones y agentes virales persistentes y las enfermedades que causan.
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Los mecanismos moleculares de las infecciones virales persistentes no se entienden con claridad, pero deben satisfacerse tres condiciones generales a fin de que un virus establezca una infección persistente en un hospedador:
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El virus debe ser capaz de infectar a las células hospederas sin ser citolítico o citopático. Los virus han encontrado varios tipos de células dentro de los hospedadores, como las células no permisivas, para infectar y permanecer menos citopáticas o no citolíticas para conservar la persistencia. Por ejemplo, el virus del herpes simple (HSV, herpes simplex virus) permanece latente en las neuronas sensoriales; el HIV es menos citopático para los linfocitos T en reposo o los monocitos/macrófagos.
El genoma viral debe sostenerse mediante una variedad de mecanismos. Los genomas virales pueden conservarse de diversas maneras, incluyendo la integración de retrovirales DNA (HIV) y los episomas extracromosómicos en el caso de los virus DNA (HSV); sin embargo, se desconocen los mecanismos de conservación del genoma RNA viral.
Los virus deben evitar su detección y eliminación por parte del sistema inmune del hospedador. En los virus han evolucionado diversas estrategias de evasión como la infección de localizaciones inmunológicamente privilegiadas que no son fácilmente accesibles para el sistema inmune como el CNS y otros sitios, variación antigénica, regulación descendente de componentes inmunitarios ...