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Las infecciones de la piel y las estructuras cutáneas son algunos de los diagnósticos infecciosos más comunes, y dan como resultado cientos de miles de visitas al consultorio médico y a la sala de urgencias cada año. Estas infecciones, con frecuencia, aparecen después de una rotura en la integridad normal de la piel debido a un traumatismo o una enfermedad cutánea (p. ej., dermatitis atópica). La mayoría de estas infecciones es causada por Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes (cuadro 77–1). En raras ocasiones, las infecciones en pacientes con quemaduras, diabetes mellitus o úlceras por decúbito suelen involucrar bacilos gramnegativos como Pseudomonas o anaerobios. La siembra hematógena de microorganismos en la piel llega a ocurrir, pero es poco frecuente. La figura 77–1 muestra la histología normal de la piel.
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