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INTRODUCCIÓN

La enfermedad tiroidea es relativamente frecuente en el embarazo y sus formas manifiestas, hipotiroidismo e hipertiroidismo, guardan una relación acorde con los resultados adversos en el embarazo. Existen efectos de la gestación específicos para la edad gestacional en las pruebas de función tiroidea; si no se reconocen estas alteraciones fisiológicas es posible cometer errores en la clasificación o el diagnóstico. Es importante emprender estudios de detección sistemática de la función tiroidea en toda mujer con el antecedente de una tiroidopatía o síntomas que sugieran disfunción de esa glándula. La detección en embarazadas asintomáticas carece de beneficios comprobados y en la actualidad no se recomienda.

El hipotiroidismo manifiesto se define como el aumento de la TSH sérica, con descenso de la concentración de FT4. Durante el embarazo, varios factores influyen en las hormonas tiroideas maternas: 1) la concentración ascendente de estrógeno aumenta la concentración sérica de globulina de unión con tiroxina (TBG, thyroxine binding globulin), lo que reduce la cantidad de FT4; 2) la desyodinasa placentaria promueve el recambio de T4; 3) el hierro complementario y los multivitamínicos prenatales contienen hierro que puede unirse con la T4 oral y reducir su absorción intestinal.

La causa más frecuente de hipotiroidismo es la tiroiditis de Hashimoto (autoinmunitaria). Muchos de los síntomas del hipotiroidismo simulan los del embarazo normal, lo que dificulta su identificación clínica. El hipotiroidismo materno se ha relacionado de manera consistente con mayores complicaciones, como aborto espontáneo, parto prematuro, preeclampsia, desprendimiento placentario y alteración del desarrollo neuropsicológico del descendiente; el feto depende, al menos en parte, de la T4 materna para el desarrollo de su SNC, sobre todo en el segundo trimestre. Por consiguiente, para las mujeres que necesitan levotiroxina, es prudente incrementar la dosis en cerca de 20% a 30% en cuanto se confirme el embarazo. Las embarazadas con hipotiroidismo manifiesto o mixedema deben tratarse de inmediato con levotiroxina en dosis de remplazo completas de 1.6 mcg/kg/día (alrededor de 100 a 150 mcg al día). Para el ajuste, la dosis de levotiroxina puede elevarse con base en la respuesta clínica y la TSH sérica, con medición de la TSH sérica cada cuatro a seis semanas y la intención de mantener su valor dentro del intervalo de referencia para el trimestre gestacional específico. Es probable que se requiera aumentar la dosis de levotiroxina en el segundo y tercer trimestres. En la mitad del embarazo, las mujeres requieren un incremento promedio de 47% de la dosis de levotiroxina.

El hipotiroidismo subclínico se define como el incremento de la concentración sérica de TSH, con cifras normales de FT4. En algunos estudios se han encontrado vínculos con desenlaces adversos del embarazo como aborto, parto prematuro y preeclampsia pero en otros no se han confirmado estos hallazgos. No obstante, en la actualidad no existe evidencia que demuestre que la identificación y tratamiento del hipotiroidismo subclínico previene ...

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