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INTRODUCCIÓN

Aunque la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las mujeres. El riesgo de enfermedad cardiaca de las mujeres tiende a retrasarse unos 10 años respecto de los hombres; por lo tanto, a cualquier edad, el riesgo inicial de una mujer es menor que el de un hombre. Si bien algunos factores de riesgo de la enfermedad cardiaca, como la edad y los antecedentes familiares, no son modificables, tanto como en los varones, otros factores de riesgo pueden modificarse, como hipertensión, hiperlipidemia, tabaquismo, obesidad y diabetes. Además, los factores de riesgo específicos del sexo pueden influir a futuro en el riesgo de una mujer de padecer una enfermedad cardiaca, incluidos los resultados adversos del embarazo (es decir, preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro o producto pequeño para la edad gestacional), la insuficiencia ovárica prematura o la menopausia precoz, o comorbilidades como las enfermedades autoinmunitarias o las secuelas de los tratamientos contra el cáncer (es decir, la radiación de la pared torácica, o el tratamiento con trastuzumab o antraciclinas para el cáncer de mama). Cada uno de estos factores puede considerarse un “potenciador del riesgo” al momento de considerar el riesgo de enfermedad cardiovascular en el futuro. Las decisiones sobre el tratamiento de algunos de estos factores de riesgo dependen del riesgo cardiovascular general. La calculadora de riesgo de Framingham (http://cvdrisk.nhlbi.nih.gov/) puede usarse para determinar el riesgo de una mujer a 10 años para desarrollar CHD con base en su edad, estado de tabaquismo, presión arterial y concentración de colesterol. Además de los factores de riesgo en la calculadora de riesgo de Framingham, las ecuaciones de cohorte agrupadas para predecir el riesgo a 10 años de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD, atherosclerotic cardiovascular disease) incluyen raza (blanca u otra en comparación con afroamericana) y diabetes (http://clincalc.com/Cardiology/ASCVD/PooledCohort.aspx). Las guías sobre colesterol de 2018 de la AHA/American College of Cardiology Multisociety alientan a los médicos a obtener antecedentes de potenciadores de riesgo específicos para las mujeres y a considerar la posibilidad de elevar a un paciente a una categoría de riesgo más alta cuando estén presentes uno o más factores. Más allá del tratamiento de los factores de riesgo, como hipertensión, diabetes e hiperlipidemia, es importante tomar decisiones sobre el consumo de ácido acetilsalicílico para prevenir la enfermedad cardiovascular. Algunos estudios han sugerido que el ácido acetilsalicílico puede ser útil para la prevención primaria de la apoplejía en mujeres, pero no para la prevención primaria de la CHD. Sin embargo, estudios recientes sugieren que el ácido acetilsalicílico tal vez no reduzca la mortalidad por cualquier causa cuando se prescribe en la prevención primaria en personas con riesgo moderado de enfermedad ateroesclerótica, incluidos los ancianos saludables. Las guías actuales sobre este fármaco para la prevención primaria de enfermedad cardiovascular no son específicos de género y se enfocan en el balance del riesgo general de enfermedad cardiovascular y el riesgo de hemorragia. La enfermedad cardiovascular, los factores de riesgo y las ...

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