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Parálisis se refiere a la pérdida del movimiento voluntario como resultado de la interrupción de una de las vías motoras en cualquier punto entre el cerebro y la fibra muscular. El término plejía proviene de una palabra griega que significa “golpear” y el término palsy, con la que se refiere en inglés a parálisis, proviene de una vieja palabra francesa que tiene el mismo significado que parálisis. Un grado menor de debilidad se describe como paresia.
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Aspectos anatómicos y fisiológicos
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Cada célula nerviosa motora, a través de una extensa arborización de la parte terminal de su fibra eferente, entra en contacto con un número variable de fibras musculares, desde unas cuantas hasta más de 1 000; en conjunto, las células nerviosas, sus axones y las fibras musculares constituyen la unidad motora. Todas las variaciones en la fuerza, intervalo, ritmo y tipo de movimiento se determinan por el número y tamaño de las unidades motoras activadas y la frecuencia y secuencia de activación de cada unidad motora. Los movimientos débiles abarcan relativamente pocas unidades motoras pequeñas; los movimientos potentes conjuntan muchas más unidades de tamaño creciente.
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Las fibras nerviosas motoras se originan de un grupo de células del asta anterior en un segmento de la médula espinal y conforman la raíz espinal ventral. Las fibras nerviosas motoras de cada raíz ventral se entrelazan con las de las raíces contiguas para formar plexos y luego los nervios periféricos designados. Un miotoma se refiere al grupo de músculos que reciben una raíz nerviosa espinal individual, aunque la mayoría de los músculos grandes casi siempre recibe inervación de dos o más raíces que contribuyeron a un nervio periférico determinado. En cambio, un solo nervio periférico provee, por lo general, la inervación motora completa de un músculo. Por tal razón la parálisis causada por enfermedad de las células del asta anterior o de las raíces anteriores tiene a menudo una configuración topográfica diferente a la de la parálisis que ocurre después de la interrupción de un nervio periférico (cuadro 43–1). Por ejemplo, la sección de la raíz motora L5 causa parálisis de los extensores del pie, con caída y debilidad para la inversión del pie, mientras que una lesión del nervio peroneo también causa caída del pie, pero no afecta los inversores, que también están inervados por L5, pero a través del nervio tibial.
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Toda actividad motora, incluso la de tipo reflejo más elemental, requiere la actividad sincrónica de muchos músculos. El análisis de un movimiento hasta cierto punto simple, como empuñar la mano, ofrece cierta idea de la complejidad de la distribución neuromuscular subyacente. En este acto el movimiento primario es una contracción de los músculos flexores de los dedos, los músculos flexores superficial y profundo de los dedos, los músculos flexores largo y ...