Prólogo

Sentado en casa en plena COVID-19, me tomo un respiro del mundo de “tele-todo” para contemplar el mundo trastornado que me rodea. Soy decano de una escuela de salud pública y, en medio de esta crisis de salud pública, los temas críticos que resuenan ahora incluyen la necesidad de que nos comuniquemos con claridad, de que compartamos lo que sabemos y lo que no sabemos, y de que veamos la importancia de trabajar juntos para mejorar la situación y servir a los demás. Qué momento tan perfecto para escribir un prólogo para este tomo: Cirugía dermatológica y procedimientos estéticos en la práctica de la atención primaria de la salud de mi amigo y colega Jonathan Kantor. Este trabajo es en esencia una comunicación clara y un intercambio de conocimientos, con el objetivo de servir a nuestros pacientes.

Sin duda, Jonathan y su equipo tienen tanto los conocimientos como la experiencia para ser los autores de este libro, ya que se basa en una obra anterior bien escrita específicamente para médicos especialistas. Pero va mucho más allá de la experiencia. Jonathan Kantor fue citado en Dermatology (volumen 26, número 6, junio de 2018) diciendo: “La dermatología no consiste solo en tratar las enfermedades de la piel; se trata también de servir a nuestros pacientes, a nuestros colegas y a este campo de la medicina en general”. Con esta obra completa, él y sus colaboradores toman estas palabras y las hacen realidad.

He llevado muchos sombreros diferentes en mi carrera profesional, incluidos los de dermatología, salud pública, medicina ocupacional y preventiva, salud de refugiados, respuesta a las catástrofes, lucha contra el terrorismo y amenazas emergentes, la comunicación sanitaria y las políticas de salud pública. Pero las raíces de mi carrera provienen de la medicina familiar. Formado originalmente como médico familiar, asumí el abrumador papel de atender a todo tipo de población y me sentí orgulloso de formar parte de una especialidad dedicada exclusivamente a la medicina familiar. Los médicos de familia asumen alrededor de 20% de todas las consultas, con 192 millones de visitas anuales (*en Estados Unidos). A esto deben añadirse los campos de atención familiar en población pediátrica, medicina interna, obstetricia y ginecología y habrá construido la base crítica de la pirámide de la atención médica que satisface las necesidades médicas de poblaciones específicas de pacientes.

Es a este grupo de médicos al que va dirigido este libro. Con el pleno entendimiento de que uno no se convierte en experto leyendo un libro, el médico familiar sigue estando en la posición de primer sitio de atención para un paciente que busca valoración médica. Se trata del punto de acceso y el mundo de la atención de medicina familiar debe comprender la importancia tanto de la cirugía dermatológica como de los procedimientos estéticos y su lugar en las necesidades médicas generales del paciente. Este libro proporciona al mundo de la atención primaria una ampliación de conocimientos y podría conducir a la búsqueda de una mayor formación por el bien de los pacientes a los que todos tenemos el honor de servir.

Como médico familiar, sabía de lo que era capaz y para lo que estaba capacitado. Esa capacidad se amplió aún más con el conocimiento de los libros, la tutoría y la formación práctica en muchas áreas diferentes. Al tomar este camino, pude servir a mis pacientes y “hacer el bien”, pero también conocer mis limitaciones y “no hacer daño”