CAPÍTULO 3: Valoración preoperatoria, preparación del paciente y consentimiento informado

Información relevante para principiantes

• Desde el momento en que el paciente entra al consultorio, el personal médico tiene la oportunidad de recopilar información acerca del estado de ánimo y el grado de ansiedad del paciente.

• Si se tienen dudas sobre la capacidad del paciente, preguntas sencillas e inocuas como “¿dónde vive?” o “¿cómo llegó aquí?” permiten valorar el estado mental sin herir su sensibilidad.

Información relevante para expertos

• Es necesario resumir las restricciones posoperatorias antes de la intervención para que los pacientes eviten complicaciones por lesiones deportivas y puedan hacer los preparativos necesarios para el cuidado del hogar y de los hijos, gestionar su ausencia en el trabajo y planear el transporte hacia y desde el lugar donde se realizará la intervención.

• La preparación del paciente y el proceso de consentimiento informado son parte fundamental del procedimiento quirúrgico.

¡No lo olvide!

• Aunque es deseable obtener la firma autógrafa del paciente, el verdadero propósito del proceso de consentimiento es la comunicación eficaz.

• Si se proporciona material informativo los pacientes para ayudarlos a prepararse, éste puede incluir indicaciones esquemáticas sobre los periodos preoperatorio y posoperatorio.

Errores y precauciones

• Los pacientes que tienen muchas preguntas o expresan preocupaciones estéticas cuando programan su intervención pueden obtener beneficios de una valoración preoperatoria en la consulta.

Puntos para instruir al paciente

• Sin una preparación adecuada, incluso resultados leves esperados, como edemas y equimosis, pueden ser motivo de gran preocupación.

• Es necesario ganar la confianza del paciente y utilizar un lenguaje sencillo al explicar el plan quirúrgico.

• Ciertos aspectos sutiles como la personalidad, olvidos o distracciones, expectativas poco realistas o miedos específicos pueden hacerse evidentes con el paso del tiempo. El personal puede tomar nota y orientar al paciente durante todo el proceso. Estas observaciones pueden aplicarse de forma temprana y preventiva, lo que ayuda a mejorar la experiencia de servicio del paciente.

• Algunos pacientes menores de 18 años pueden parecer mayores de lo que son (y viceversa), por lo que es importante comprobar la fecha de nacimiento antes de operar a adultos jóvenes.

• Una revisión completa de los beneficios y los riesgos fortalece la confianza y el respeto mutuos entre el médico y el paciente y, en última instancia, incrementa la satisfacción del paciente.