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CASO DE ESTUDIO
En su examen físico anual, una maestra de escuela secundaria de 53 años de edad se queja de que ha tenido dificultades para conciliar el sueño y, después de quedarse dormida, se despierta varias veces durante la noche. Estos episodios ahora ocurren casi todas las noches e interfieren con su capacidad para enseñar. Ha probado varios remedios de venta libre para dormir, pero fueron de poca ayuda y experimentó efectos de “resaca” el día después de su uso. Su salud general es buena, no tiene sobrepeso ni toma medicamentos prescritos. Bebe café descafeinado, pero sólo una taza por la mañana; sin embargo, consume hasta seis latas por día de bebida dietética de cola. Bebe un vaso de vino con su cena, pero no le gustan las bebidas más fuertes. ¿Qué otros aspectos de la historia de esta paciente deberían determinarse? ¿Qué medidas terapéuticas son apropiadas en este caso? ¿Qué medicamentos (si hay alguno) cabría prescribir?
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Asignar un fármaco a la clase sedante-hipnótico indica que puede aliviar la ansiedad (sedación) o estimular el sueño (hipnosis). Esta clasificación de fármacos se basa en usos clínicos más que en similitudes de la estructura química. Los estados de ansiedad y los trastornos del sueño son problemas frecuentes, y los sedantes-hipnóticos son fármacos que se prescriben ampliamente en todo el mundo.
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FARMACOLOGÍA BÁSICA DE LOS SEDANTES-HIPNÓTICOS
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Un agente sedante (ansiolítico) eficaz debería reducir la ansiedad y ejercer un efecto calmante. El grado de depresión del sistema nervioso central (CNS, central nervous system) causado por un sedante debe ser el mínimo compatible con la eficacia terapéutica. Un medicamento hipnótico debería producir somnolencia y estimular el inicio y el mantenimiento de un estado de sueño. Los efectos hipnóticos implican una depresión del CNS más pronunciada que la sedación, y con muchos medicamentos de esta clase, esto se puede lograr con el simple aumento de la dosis. La depresión gradual dependiente de la dosis de la función del CNS es una característica de la mayoría de los sedantes-hipnóticos. Sin embargo, los medicamentos individuales difieren en la relación entre la dosis y el grado de depresión del CNS. La figura 22–1 muestra dos ejemplos de tales relaciones dosis-respuesta. La pendiente lineal para el fármaco A es típica de muchos de los sedantes-hipnóticos más antiguos, incluidos los barbitúricos y alcoholes. Con tales medicamentos, un aumento en la dosis más alta que la necesaria para la hipnosis puede conducir a un estado de anestesia general. A dosis aún más altas, estos sedantes-hipnóticos pueden deprimir los centros respiratorios y vasomotores en la médula, lo que lleva al coma y la muerte. Las desviaciones de una relación dosis-respuesta lineal, como se muestra para el fármaco B, requiere incrementos de dosis a proporciones mayores para lograr una depresión del CNS más profunda que la hipnosis; tal parece ser el caso de las ...