TY - CHAP M1 - Book, Section TI - Fumarato ferroso: Antianémicos A1 - Rodríguez Carranza, Rodolfo PY - 2015 T2 - Vademécum Académico de Medicamentos AB - El hierro es esencial en la síntesis de la hemoglobina; en la práctica, casi todo el hierro presente en el organismo interviene en la eritropoyesis. También forma parte de la mioglobina y de un gran número de enzimas, incluyendo citocromos, catalasas, peroxidasas y xantinooxidasa, entre otras. El cuerpo humano contiene alrededor de 4 g de hierro en varones y casi 3 g en mujeres; de esta cantidad, 65 a 70% está en la hemoglobina. La dieta ordinaria contiene suficiente cantidad de hierro para cubrir los requerimientos diarios, que son de 1 mg en el adulto y en la mujer no menstruante; de 2 mg en la mujer menstruante, y de 3 mg durante el embarazo; los lactantes y adolescentes también tienen exigencias mayores de hierro. Los alimentos con alto contenido de hierro son: vísceras (hígado, corazón), levadura de cerveza, germen de trigo, yema de huevo, ostras, semillas de frutas secas. La deficiencia de hierro es consecuencia de una ingesta insuficiente o de pérdidas anormales. Los preparados de hierro sirven sólo para tratar las anemias por deficiencia de este elemento. El fumarato ferroso, que contiene 33% de hierro, se absorbe en forma incompleta después de administración oral. En pacientes con deficiencia de hierro se absorbe hasta 30% de la dosis administrada y la presencia de alimentos disminuye de manera considerable esta absorción. El hierro absorbido se distribuye por todo el organismo y se deposita en las células reticuloendoteliales, y de manera especial en hígado, bazo, médula ósea y células de la mucosa intestinal, en donde se enlaza con la ferritina; también se almacena en forma de hemosiderina. El hierro es transportado en el plasma fijado a transferrina, una beta globulina, y está en equilibrio con la ferritina almacenada en los tejidos reticuloendoteliales, por lo que su concentración plasmática es un índice de las reservas corporales totales de hierro. Tanto la ferritina como la transferrina regulan la absorción intestinal de hierro. Cuando hay deficiencia, aumenta la transferrina y disminuye la ferritina intestinal. En casos de sobrecarga, la transferrina disminuye y la ferritina intestinal aumenta, inhibiendo así la absorción ulterior de hierro. No existe un mecanismo específico para la excreción de hierro. En forma natural, su excreción se produce por diversas vías y la pérdida diaria varía de 0.5 a 1.5 mg mediante eritrocitos extravasados y células exfoliadas del tubo digestivo y de otras mucosas; también a través de la bilis, heces y orina, así como de la piel descamada; en la mujer, además, a través de la menstruación. SN - PB - McGraw-Hill Education CY - New York, NY Y2 - 2024/03/28 UR - accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1113055557 ER -