TY - CHAP M1 - Book, Section TI - Medicamentos en oftalmología A1 - Gurría Quintana, Dr. Lulu Ululani A1 - Graue Wiechers, Dr. Enrique A2 - Wiechers, Enrique Graue PY - 2015 T2 - Oftalmología en la práctica de la medicina general, 4e AB - La administración local de antibióticos tiene sobre la administración sistémica muchas ventajas: las concentraciones terapéuticas son altas y se alcanzan de inmediato, las dosis se pueden repetir con gran frecuencia, el fármaco está libre de unión a proteínas plasmáticas y sus efectos sistémicos son menores. Contra estas ventajas hay el inconveniente de su reducida penetración al interior del globo ocular en algunos casos dada la poca bifasidad de las preparaciones antimicrobianas locales. La administración sistémica de antimicrobianos para el tratamiento de infecciones oculares superficiales tiene, como contraparte, muchas desventajas: para alcanzar concentraciones terapéuticas tienen que llegar a la circulación sistémica, por tanto las dosis han de ser mucho mayores. Alcanzada la circulación sistémica, para llegar al ojo el fármaco tiene que penetrar en el cuerpo ciliar y la barrera hematoacuosa; a la córnea y superficie conjuntival llegará por difusión sólo una pequeña concentración, y sistémicamente pueden sensibilizar al individuo y causar múltiples efectos secundarios. Por todas estas razones, el uso de antibióticos sistémicos para tratar infecciones superficiales es restringido. Las tetraciclinas sistémicas representan un grupo de fármacos cuyo uso es frecuente en oftalmología debido no sólo a que se excretan en las glándulas de Meibomio sino por su función antiestreptocócica y antiinflamatoria. En el caso de cuadros infecciosos de los anexos y estructuras perioculares como en la dacriocistitis aguda también está indicado el uso de antibióticos sistémicos como dicloxacilina y amoxicilina. SN - PB - McGraw-Hill Education CY - New York, NY Y2 - 2024/03/28 UR - accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1117581576 ER -