TY - CHAP M1 - Book, Section TI - Enfermedad de Alzheimer A1 - Rabinovici, Gil D. A1 - Seeley, William W. A1 - Miller, Bruce L. A2 - Loscalzo, Joseph A2 - Fauci, Anthony A2 - Kasper, Dennis A2 - Hauser, Stephen A2 - Longo, Dan A2 - Jameson, J. Larry PY - 2022 T2 - Harrison. Principios de Medicina Interna, 21e AB - En el mundo casi 50 millones de personas viven con demencia. La enfermedad de Alzheimer (AD, Alzheimer’s disease) es la causa más frecuente de demencia y se calcula que contribuye a 60% a 70 % de los casos. Se calcula que la mediana anual del costo total por la atención de un solo paciente con AD avanzada es > 50 000 dólares, en tanto que el costo emocional para los familiares y cuidadores es incalculable. La AD puede manifestarse desde la tercera década de vida, pero es la causa más frecuente de demencia en los adultos mayores. Por lo general, los pacientes se presentan con pérdida gradual de la memoria episódica, seguida de demencia de progresión lenta. En la AD amnésica típica la atrofia cerebral comienza en la porción medial de los lóbulos temporales antes de extenderse a las porciones inferior y lateral de los lóbulos temporales, la porción medial de los lóbulos parietales y la porción dorsolateral de las cortezas frontales. En el examen microscópico hay placas neuríticas que contienen β amiloide (Aβ), ovillos neurofibrilares (NFT, neurofibrillary tangles) formadas por filamentos tau hiperfosforilados y acumulación de Aβ en las paredes de los vasos sanguíneos de la corteza y en las leptomeninges (angiopatía amiloidea, véase adelante “Patología”). La identificación de las mutaciones causales y los genes de susceptibilidad para AD sentó las bases para avanzar con rapidez en la comprensión de la base biológica del trastorno. El factor de riesgo genético principal para la AD es el alelo ε4 del gen de la apolipoproteína E (ApoE). El hecho de ser portador del alelo ε4 aumenta el riesgo de padecer AD entre 2 y 3 veces más en mujeres, mientras que ser portadora de dos alelos incrementa el riesgo entre 10 y 15 veces más en ambos sexos. Gracias al avance tan rápido en la creación de bioindicadores imagenológicos, de líquido cefalorraquídeo (LCR) y plasma de Aβ y tau fosforilada ha sido posible detectar las características patológicas de la AD en personas vivas, abriendo la puerta a la detección e intervención tempranas con terapias específicas desde el punto de vista biológico. SN - PB - McGraw-Hill Education CY - New York, NY Y2 - 2024/03/28 UR - accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1206683146 ER -