RT Book, Section A1 Kosten, Thomas R. A1 Haile, Colin N. A2 Kasper, Dennis A2 Fauci, Anthony A2 Hauser, Stephen A2 Longo, Dan A2 Jameson, J. Larry A2 Loscalzo, Joseph SR Print(0) ID 1137949148 T1 Trastornos relacionados con los opiáceos T2 Harrison. Principios de Medicina Interna, 19e YR 2019 FD 2019 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9786071513359 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1137949148 RD 2022/05/24 AB Los analgésicos opiáceos han sido objeto de abuso desde hace al menos 300 años a.C. El nepente (que significa en griego “libre de pena”) ayudó al héroe de la Odisea, sin embargo, el uso generalizado del opio fumado en China y el Cercano Oriente ha provocado daño durante siglos. Desde que el opio y la codeína se aislaron químicamente por primera vez, hace 200 años, se ha desarrollado una amplia gama de opiáceos sintéticos y en el decenio de 1990 se clonaron los receptores de opioides. Dos de los efectos adversos más importantes de todas estas sustancias son el trastorno por consumo de opiáceos y la sobredosis. La prevalencia anual de la dependencia de heroína (0.1%) en Estados Unidos constituye sólo cerca de 33% de la tasa de uso de opiáceos que requieren prescripción y es mucho más baja que la tasa de usuarios de morfina (2%) en el sureste y suroeste de Asia. Los opioides que se adquieren sólo con prescripción médica se utilizan en primera instancia para tratar el dolor, pero por su fácil disponibilidad, los adolescentes obtienen y consumen estas sustancias con consecuencias terribles. En 2011, por ejemplo, 11 millones de individuos en Estados Unidos utilizaron analgésicos sin indicaciones médicas, lo cual se vinculó con más de 420 000 visitas al servicio de urgencias y con cerca de 17 000 muertes por sobredosis. Aunque estas tasas son bajas en comparación con las de otras sustancias de abuso, el consumo de opiáceos tiene consecuencias sustanciales sobre la salud; genera altos índices de morbilidad y mortalidad; favorece la transmisión de enfermedades; incrementa la incidencia de crímenes; aumenta los gastos de salud pública y aplicación de la ley, y causa consecuencias menos tangibles por estrés familiar y pérdida de productividad.