RT Book, Section A1 Gresham, Chip A1 LoVecchio, Frank A2 Tintinalli, Judith E. A2 Stapczynski, J. Stephan A2 Ma, O. John A2 Yealy, Donald M. A2 Meckler, Garth D. A2 Cline, David M. SR Print(0) ID 1159589534 T1 Barbitúricos T2 Tintinalli. Medicina de urgencias, 8e YR 2018 FD 2018 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9781456260620 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1159589534 RD 2024/03/29 AB Desde el punto de vista histórico, los efectos tóxicos de los barbitúricos se han vinculado con el máximo riesgo de morbilidad y mortalidad entre todos los sedantes-hipnóticos. Estos fármacos siguen siendo la categoría más común de antiepilépticos1 utilizados en países en desarrollo, pero su empleo ha disminuido ante la introducción de sedantes-hipnóticos más seguros y menos tóxicos, como las benzodiazepinas y los anticonvulsivos de segunda generación.1 Hoy en día, casi siempre se tratan con base en benzodiazepinas cuadros clínicos como el estado epiléptico,2 los síndromes graves de abstinencia de etanol y sedantes,3,5 y las convulsiones de origen tóxico,6 aunque los barbitúricos aún son útiles como productos de segunda elección. Todavía se les administra en combinación (como el butalbital) o solos (como el secobarbital) para tratar las cefaleas tensionales o migrañosas,7,8 a pesar de la falta de certeza de la eficacia de una o de otra modalidad.9 Los barbitúricos se usan en la farmacoterapia de la hipertensión intracraneal resistente, por lesión encefálica focal y difusa, pero son muy pocas las pruebas de que mejoran los resultados.10