RT Book, Section A1 Mukhtar, Nizar A. A1 Khalili, Mandana A2 Hammer, Gary D. A2 McPhee, Stephen J. SR Print(0) ID 1166985151 T1 Enfermedad hepática T2 Fisiopatología de la enfermedad, 8e YR 2015 FD 2015 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9781456267377 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1166985151 RD 2024/04/19 AB Aunque muchos agentes y procesos patógenos diferentes pueden afectar al hígado (consúltese cuadro 14–1), por lo general se manifiestan en pacientes individuales en un número limitado de formas que pueden ser valoradas mediante la evaluación de algunos parámetros clave. La enfermedad hepática puede ser aguda o crónica, focal o difusa, leve o grave y reversible o irreversible. La mayoría de los casos de enfermedad hepática aguda (p. ej., causada por hepatitis viral) son tan leves que nunca llegan a recibir atención médica. Síntomas transitorios de fatiga, pérdida de apetito, y náuseas a menudo se atribuyen a otras causas (p. ej., gripe), y no se descubren las anomalías bioquímicas menores referidas al hígado que serían identificadas en estudios de sangre. El paciente se recupera sin ninguna consecuencia médica duradera. En otros casos de lesión hepática aguda, los síntomas y signos son lo suficientemente graves como para llamar a la atención médica. Toda la gama de funciones del hígado puede verse afectada, o sólo unas pocas de ellas, como es el caso de las lesiones hepáticas resultantes de ciertos fármacos que causan deterioro aislado del papel del hígado en la formación de la bilis (colestasis). En ocasiones, lesión hepática viral inducida por fármacos y otras lesiones hepáticas agudas se producen de manera aplastante, y resultan en la muerte celular masiva del hígado y fallo multiorgánico progresivo. Este síndrome de insuficiencia hepática aguda (también conocido como fallo hepático fulminante) conlleva una alta tasa de mortalidad; sin embargo, en los últimos años, el uso del trasplante de hígado de emergencia ha mejorado de manera significativa la supervivencia.