RT Book, Section A1 Hamm, Rose A1 Carey, Joseph N. SR Print(0) ID 1201592883 T1 Lesiones/úlceras por presión T2 Diagnóstico de heridas. Aspectos esenciales YR 2023 FD 2023 PB McGraw Hill PP New York, NY SN 9781265634148 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1201592883 RD 2025/07/19 AB Las lesiones/úlceras por presión (PI/PU, pressure injury/ulcers) son el producto de fuerzas prolongadas de presión directa, cizallamiento o fricción que dañan el tejido blando entre la piel y las prominencias óseas subyacentes. El sacro/cóccix, los talones y los trocánteres mayores son las áreas anatómicas más vulnerables a la lesión tisular; sin embargo, las PU también pueden desarrollarse en el occipucio, el pabellón auricular, la columna vertebral, la escápula, el acromion, el codo, los cóndilos femorales medial y lateral, la rótula, los maleolos y los metatarsianos, en cualquier lugar donde haya poco o ningún tejido blando sobre la prominencia ósea para disipar las fuerzas mecánicas externas e internas. El área de mayor riesgo depende de la estructura corporal del individuo, por tanto, cualquier plan terapéutico para la prevención o el tratamiento tiene que ser muy específico para el paciente. Las estrategias globales para la prevención son el cambio de posición, la movilización, las evaluaciones frecuentes de la piel y su protección, el control de la humedad, la nutrición adecuada, así como evitar el cizallamiento y la fricción durante las actividades funcionales. Además, resulta de suma importancia encontrar la fuente de la presión mecánica, que no siempre es lo que se evidencia de manera inicial. Por ejemplo, una PU en la parte lateral de la cadera puede parecer que se debe a estar acostado sobre un lado demasiado tiempo; sin embargo, también podría producirse por sentarse en una silla de ruedas muy estrecha.1 El análisis de la causa raíz de una PU, ante todo de una más profunda, la determina la actividad que realizaba el paciente, la superficie sobre la que estaba sentado o acostado, al igual que otros factores de riesgo, 48 horas antes de la admisión a un centro de atención.2