RT Book, Section A1 Rodríguez Carranza, Rodolfo SR Print(0) ID 1113056356 T1 Interferón alfa-2b: Antineoplásicos • Antivirales T2 Vademécum Académico de Medicamentos YR 2015 FD 2015 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9786070241727 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1113056356 RD 2024/04/25 AB Los interferones son citocinas potentes con actividad antiviral, inmunomoduladora y antiproliferativa. Se han identificado tres clases de interferones humanos: alfa, beta y gamma. Los interferones alfa producidos por ingeniería recombinante que se utilizan en humanos son proteínas no glucosiladas de unos 19.9 kDa. El interferón alfa-2a difiere del alfa-2b en la secuencia de dos aminoácidos y en los métodos de purificación. Los interferones naturales son moléculas pequeñas que se producen y secretan por las células en respuesta a infecciones virales o en respuesta a inductores sintéticos y biológicos. Su efecto antitumoral se relaciona con su capacidad para: aumentar la actividad citotóxica de las células asesinas naturales; acelerar la activación de las células asesinas precursoras; elevar la actividad fagocítica de los macrófagos; incrementar la citotoxicidad de las células asesinas dependiente de anticuerpos; elevar la citotoxicidad de los polimorfonucleares dependiente de anticuerpos, y aumentar o disminuir la producción de anticuerpos. Su efecto inicial sobre la leucemia de células pilosas se observa en un promedio de 57 días (límites, 21 a 211) después de iniciada la terapéutica, y la remisión parcial y completa entre 133 (límites, 29 a 302) y 249 días (límites, 111 a 342), respectivamente. Se absorbe bien de los depósitos intramusculares y subcutáneos y las concentraciones máximas se obtienen en 3 a 8 h, dependiendo de la dosis administrada. Su biodisponibilidad es de 83 a 90%. Se distribuye en forma amplia en el organismo, pero no atraviesa la barrera hematoencefálica. Su biotransformación hepática es limitada. Se elimina por filtración en el glomérulo renal, y durante el proceso de reabsorción tubular sufre degradación proteolítica. Se elimina en la bilis y la orina. Su vida media de eliminación varía de 5 a 7 h.