RT Book, Section A1 Ángel Hernández Martínez, Miguel A1 Lazcano Botello, Guillermo A1 Rodríguez García, Rosalía A2 García, Rosalía María del Carmen Rodríguez A2 Botello, Guillermo Antonio Lazcano SR Print(0) ID 1120639029 T1 Controversias T2 Práctica de la Geriatría, 3e YR 2015 FD 2015 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9786071506146 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1120639029 RD 2024/04/16 AB A lo largo del texto se enfatiza la necesidad de contar con un conocimiento profundo del paciente envejecido, la naturaleza multidimensional de sus problemas y el respeto a sus preferencias, algo más fácil de asentarlo que de cumplirlo. En estas pequeñas deliberaciones la intención es analizar asuntos que representan controversias y en los cuales las decisiones son difíciles. Varios participantes suscriben los temas, con base en lo dispuesto a lo largo del libro. En todos los tratados sobre geriatría se recomienda evitar los procedimientos invasores y las maniobras o los dispositivos que reduzcan la movilidad. A pesar de lo anterior aún es común encontrar a los pacientes geriátricos totalmente saturados de sondas y sometidos a una interminable serie de estudios programados, las más de las veces en contra de su voluntad. Al parecer, en contraposición a la visión derrotista de no poder ayudar médicamente a un viejo, el apasionamiento se enfoca en el diagnóstico y el tratamiento. Muchas veces el clínico no se pregunta si la atención tiene un objetivo concreto; por ejemplo, definir el diagnóstico, diseñar o cambiar el tratamiento, o mejorar la calidad de la atención y al final la calidad de vida. Numerosos procedimientos se realizan tan sólo por inercia, defensa legal o ignorancia. Cada movimiento y decisión debe ponderarse: ¿para qué se lleva a cabo, en qué cambia el tratamiento y bienestar del paciente? Cuando sólo documenta diagnósticos conocidos y no define una terapéutica, probablemente no sea necesario. Establecer lo que conviene o no a un enfermo en particular no siempre es tarea sencilla; los límites que pueden instituirse muchas veces corresponden a una lógica individual que se nutre de la experiencia y conocimiento; sin embargo, siempre es posible equivocarse. Es por esa razón que antes de tomar decisiones que afecten de una u otra manera a los pacientes es necesario considerar todas las circunstancias que inciden en la atención y concederle la importancia que merece la opinión de quien será objeto de esos procedimientos. En ese sentido, y cuando la duda es pertinaz, existe la obligación de preguntar a otros especialistas y a los familiares cercanos para tomar decisiones conjuntas y evitar, en lo posible, acciones que inflijan más dolor y sufrimiento.