RT Book, Section A1 Khachikyan, Izabella A1 Stratton, Pamela A2 DeCherney, Alan H. A2 Nathan, Lauren A2 Laufer, Neri A2 Roman, Ashley S. SR Print(0) ID 1120410781 T1 Trastornos benignos del cuello uterino T2 Diagnóstico y tratamiento ginecoobstétricos, 11e YR 2015 FD 2015 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9786071509857 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1120410781 RD 2024/04/19 AB El cuello del útero se desarrolla a partir de los conductos paramesonéfricos (de Müller) a las seis semanas del desarrollo embrionario. La fusión en línea media y la canalización posterior de los dos conductos de Müller originan el cuerpo y el cuello del útero y la parte superior de la vagina (figura 40-1). Las anomalías de los conductos mullerianos provienen de la ausencia de desarrollo, de la fusión lateral o vertical defectuosa, o de defectos en la reabsorción. El tipo más común de defecto de fusión de los conductos de Müller es un defecto de fusión lateral en el que los órganos afectados pueden ser simétricos o asimétricos y presentar o no una obstrucción. Este defecto se presenta cuando los conductos mullerianos no se fusionan, cuando no se forma uno de los conductos müllerianos o por la absorción del tabique intermedio. La reabsorción defectuosa del tejido entre los conductos müllerianos fusionados forma un tabique uterino, que puede extenderse de manera parcial o abarcar todo el cuello uterino. El defecto más común de fusión lateral es un tabique. La fusión vertical se refiere a la fusión de los conductos de Müller con el seno urogenital. La ausencia de desarrollo mülleriano provoca agenesia del cuello uterino y del útero. Es frecuente que un doble cuello se asocie con un tabique vaginal longitudinal y es un ejemplo de la falta de fusión. En el defecto de reabsorción se observa un hemicuello individual o cuello uterino tabicado que está formado de un tabique muscular único que puede ser una extensión de un segmento uterino inferior o tabique vaginal. Cerca de 20-30% de las mujeres con anomalías de los conductos müllerianos también sufren anormalidades en las vías urinarias, un dato que justifica la obtención de imágenes de estas vías. Las mujeres con trastornos de los conductos de Müller tienen ovarios normales y desarrollan características sexuales secundarias normales.