RT Book, Section A1 Gurría Quintana, Dr. Lulu Ululani A1 Graue Wiechers, Dr. Enrique A2 Wiechers, Enrique Graue SR Print(0) ID 1117581576 T1 Medicamentos en oftalmología T2 Oftalmología en la práctica de la medicina general, 4e YR 2015 FD 2015 PB McGraw-Hill Education PP New York, NY SN 9786070252211 LK accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?aid=1117581576 RD 2024/04/23 AB La administración local de antibióticos tiene sobre la administración sistémica muchas ventajas: las concentraciones terapéuticas son altas y se alcanzan de inmediato, las dosis se pueden repetir con gran frecuencia, el fármaco está libre de unión a proteínas plasmáticas y sus efectos sistémicos son menores. Contra estas ventajas hay el inconveniente de su reducida penetración al interior del globo ocular en algunos casos dada la poca bifasidad de las preparaciones antimicrobianas locales. La administración sistémica de antimicrobianos para el tratamiento de infecciones oculares superficiales tiene, como contraparte, muchas desventajas: para alcanzar concentraciones terapéuticas tienen que llegar a la circulación sistémica, por tanto las dosis han de ser mucho mayores. Alcanzada la circulación sistémica, para llegar al ojo el fármaco tiene que penetrar en el cuerpo ciliar y la barrera hematoacuosa; a la córnea y superficie conjuntival llegará por difusión sólo una pequeña concentración, y sistémicamente pueden sensibilizar al individuo y causar múltiples efectos secundarios. Por todas estas razones, el uso de antibióticos sistémicos para tratar infecciones superficiales es restringido. Las tetraciclinas sistémicas representan un grupo de fármacos cuyo uso es frecuente en oftalmología debido no sólo a que se excretan en las glándulas de Meibomio sino por su función antiestreptocócica y antiinflamatoria. En el caso de cuadros infecciosos de los anexos y estructuras perioculares como en la dacriocistitis aguda también está indicado el uso de antibióticos sistémicos como dicloxacilina y amoxicilina.